Desde abril del presente año, el Colegio Los Pensamientos de Juan XXIII de La Serena, implementó un nuevo taller de bisutería, (producción de objetos o materiales de adorno que imitan a la joyería pero que están hechos de materiales no preciosos), para jóvenes que poseen discapacidad intelectual.
La iniciativa es apoyada por Elizabeth Andrade, voluntaria que enseña la técnica de confección, ayudando a la creatividad y motricidad de los alumnos que participan del taller.
Según Jennifer Muñoz, encargada de voluntariado del colegio que pertenece a la Fundación Coanil, la idea es poder comercializar los productos en la propia sala de ventas del colegio, que ofrece además pasteles y productos de cóctel, pero además, aclaró que se trabaja también con voluntarias que poseen joyerías en Coquimbo y La Serena, lugares donde algunos clientes ya han preferido aros, collares y pulseras. “ La idea es que las personas se entusiasmen y las empresas puedan enviar, por ejemplo, solicitudes para confeccionar llaveros, como una forma de crecer en esta producción y entregar una nueva forma de trabajo para los niños con discapacidad”.
La directora del establecimiento, Ana Riveros Plaza, afirmó que los niños se encuentran motivados y alegres, debido a que se estimula la imaginación a través de formas y colores.
La bisutería suele usar materiales muy diversos, desde la porcelana hasta los alambres de latón, pasando por la pasta de papel o las perlas cultivadas. Hoy en día, también se engloban dentro de la bisutería, aquellas piezas que están elaboradas con piedras con cierto parecido a las gemas, pero que no llegan a ser piedras preciosas, engarzadas con metales nobles. La palabra bisutería viene del francés bijouterie.
La iniciativa es apoyada por Elizabeth Andrade, voluntaria que enseña la técnica de confección, ayudando a la creatividad y motricidad de los alumnos que participan del taller.
Según Jennifer Muñoz, encargada de voluntariado del colegio que pertenece a la Fundación Coanil, la idea es poder comercializar los productos en la propia sala de ventas del colegio, que ofrece además pasteles y productos de cóctel, pero además, aclaró que se trabaja también con voluntarias que poseen joyerías en Coquimbo y La Serena, lugares donde algunos clientes ya han preferido aros, collares y pulseras. “ La idea es que las personas se entusiasmen y las empresas puedan enviar, por ejemplo, solicitudes para confeccionar llaveros, como una forma de crecer en esta producción y entregar una nueva forma de trabajo para los niños con discapacidad”.
La directora del establecimiento, Ana Riveros Plaza, afirmó que los niños se encuentran motivados y alegres, debido a que se estimula la imaginación a través de formas y colores.
La bisutería suele usar materiales muy diversos, desde la porcelana hasta los alambres de latón, pasando por la pasta de papel o las perlas cultivadas. Hoy en día, también se engloban dentro de la bisutería, aquellas piezas que están elaboradas con piedras con cierto parecido a las gemas, pero que no llegan a ser piedras preciosas, engarzadas con metales nobles. La palabra bisutería viene del francés bijouterie.
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